Gatografía

Julio podía haber elegido cualquier sitio para nacer, pero prefirió Madrid. También pudo haber elegido siglo y, después de pensarlo un rato, se decantó por el XX. Lo segundo lo hizo con dudas, pero lo primero lo hizo de plena conciencia, con mucho amor y dispuesto a empaparse de la ciudad. Como es generoso dejó muchas querencias para gastarlas en Calzada de Calatrava, Aranjuez y otros lugares que le iban cayendo por la vida.

El año que se le metió en la cabeza hacer acto de presencia en este mundo apareció en el cielo un cometa muy brillante y eso le provocó una de sus grandes pasiones: el espacio, pero no está tan claro que es lo que ocurrió en ese año para que también se pirrase por la arquitectura, la arqueología, la historia, y, por lo menos, una docena más de disciplinas. Sea lo que fuere, y yo desconozco, algo gordo tuvo que ocurrir porque además quedó dotado de un verbo fluido e inagotable y una memoria que provoca el pasmo y la admiración de propios y ajenos.

Como ya se adivina es un tipo curioso en el sentido correcto de la palabra que no es otro que el de que todo le interesa. Además le gusta compartirlo y lo hace de forma desprendida y abundante, que no es hombre que quiera quedarse en la superficie sino que quiere llegar hasta lo hondo.

Los que tenemos la fortuna de conocerle le hemos visto guiar a la gente por las calles de este Madrid comprobando como nadie queda distraído a su explicación, le hemos oído conferenciar teniendo a todo el mundo pendiente, en la radio y en la televisión, (¡que si, que a todos esos medios ha llegado!) nos ha dejado sorprendidos por su soltura. Cuando quiere escribe y lo puede hacer de casi todo, que argumentaciones no le faltan.

Aparte de esto los hados le dotaron de la facultad de meterse en fregados tales como andar en asociaciones culturales, atreverse con revistas, procurar defender las piedras y la historia y mil cosas más que aquí no caben.

Uno podría pensar que un individuo así tiene que ser por fuerza serio en extremo, pero no es este el caso, créanme que tiene gran capacidad para la diversión.

Yo me quito el sombrero ante este hombre y aunque seamos amigos les aseguro que soy absolutamente imparcial y todo lo dicho es verdad.

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