Los F-104 de Torrejón
El F-104 despertó el interés del Ejército del Aire español por sus elevadas prestaciones y por ser una tecnología bastante probada y aceptada en el exterior, pues era uno de esos modelos standard con que la OTAN equipaba sus escuadrillas. Usuarios notorios del Starfighter – nombre oficial del avión - fueron Italia – donde hasta hace poco seguían funcionando algunos ejemplares -, Alemania – donde acumuló un triste historial de accidentes que le valieron el apodo de widow maker -, y Holanda.
A principios de la década de 1960 los norteamericanos ofrecieron traspasar a la fuerza aérea española un lote de 40 aviones Convair F-102 que ya prestaban servicio en España, pero bajo bandera americana, tanto en Zaragoza como en el propio Torrejón de Ardoz, pero nuestros militares los rechazaron por ser ya un material algo desfasado ante los enormes progresos que la caza a reacción hacía por aquellos años. Un segundo ofrecimiento consistió ya en F-104, igualmente ya en funcionamiento en la base sevillana de Morón de la Frontera, y finalmente se pactó que los aviones no fueran comprados por España sino utilizados en régimen de préstamo.
Dado que el F-104 era entonces un producto de alta tecnología, para el proceso de selección de los pilotos se exigió que tuvieran al menos 500 horas de vuelo realizadas en el F-86. Se prefirió Torrejón de Ardoz a otras bases españolas, pues al ser de utilización conjunta con la USAF ya tenía unas instalaciones preparadas para el uso de estas aeronaves.
Los Starfighter llegaron a España por vía naval, aprovechando que la base de Rota (Cádiz) era para servicio tanto de la USAF como de la Armada americana, utilizándose dos portaaviones de la clase Cabot. El primer lote llegó el día 15 de enero de 1965, llegando 5 monoplazas y 2 biplazas, que fueron trasladados a Torrejón entre los días 4 y 14 de marzo del mismo año. El 5 de marzo se hizo la presentación oficial de las primeras unidades.
Otros 13 monoplazas llegaron el 12 de junio de 1965, y el 5 de enero de 1966, se entregó 1 biplaza – que curiosamente sí fue comprado y por tanto era propiedad del Ministerio del Aire español -.
Los Starfighter cumplieron sobradamente su misión de defensa del territorio nacional, y como vanguardia tecnológica del Ejército del Aire fueron exhibidos en varios documentales, así como en la película de 1968 “No le busques tres pies…”, dirigida por Pedro Lazaga y protagonizada por José Sacristán, Mary Carrillo y Alfredo Mayo, donde gran parte del personal de Torrejón hizo de “extras”.
En 1973 los aviones del préstamo fueron devueltos a la USAF, siendo reemplazados por los F-4 Phantom. Varios de estos aviones emprendieron luego un nuevo destino en las fuerzas aéreas de Turquía y de Grecia, eternos rivales por el control de varias islas, pero a su vez miembros ambos muy activos de la OTAN.
Este artículo fue publicado por primera vez en la web de Amigos del Foro el 16 de junio de 2005.
La fotografía que ilustra el trabajo ha sido tomada de la Wikipedia, donde figura bajo la autoría de Garrapata.
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